miércoles, 14 de mayo de 2014

LA MISA

1. Definición - Etimología  

La santa misa son tres cosas:
  • Sacrificio
La Misa es, sobre todo, un Sacrificio, del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, que se ofrece a Dios Padre en el altar de la Cruz, para la redención (perdón) de todos los pecados de todos los hombres.




  • Memorial
En la Última Cena dijo Jesús: “Haced esto en memoria mía”. Es connatural al corazón humano desear conservar el recuerdo de las personas a quienes hemos amado. Nuestro Señor Jesús nos ha dejado también un memorial de sí mismo como sólo Dios podía hacer: su presencia viva que diariamente viene a nosotros en la Santa Misa.  





  •  Banquete
Además de ser un sacrificio y un memorial, es un banquete sagrado. En ese banquete Jesús nos alimenta con su propio Cuerpo y Sangre, como había prometido en Cafarnaún: “Yo soy el pan de vida: el que viene a mí no tendrá hambre; y el que cree en mí no tendrá sed jamás... 






 ETIMOLOGÍA

La palabra misa viene del latín missa (despido), pues al terminar la ceremonia decía, "Ite, missa est", es decir "Vayanse, es el despido", a lo que los fieles contestaban "Deo, gratias". Ademas Misa viene del verbo Mittere, que significa "enviar" y "arrojar".







1.1 Historia

El estudio de la historia de la Santa Misa nos revela su riqueza y hace posible que comprendamos claramente lo que nos ofrece la liturgia, y también cuál es nuestro papel en ella.



LA INSTITUCION DE LA EUCARISTIA

La Misa, frecuentemente denominada Santa Misa, tanto en la Iglesia Católica Romana como en la Iglesia Luterana, es el acto litúrgico dentro del cual se ofrece la Eucaristía. De acuerdo a los Evangelios, la Misa fue instituida por Jesús de Nazareth durante la Última Cena con sus apóstoles. La diferencia entre ambas iglesias es que mientras los católicos creen que la transubstanciación ocurre durante el rito de la consagración del pan y el vino, los luteranos dicen que lo que realmente ocurre en ese momento es la consubstanciación.


Fue el propio Jesús quien instituyó el sacrificio eucarístico de su Cuerpo y Sangre durante la Última Cena como memorial de su muerte y Resurrección, ordenando a sus apóstoles celebrarla hasta que vuelva, de manera que a través de la Santa Misa se le reciba a Él mismo como alimento espiritual.



Pero Jesús además quiso confirmar la Eucaristía un día después de su Resurrección cuando, camino hacia Emaús, encontró a dos de sus discípulos, Cleofás y otro del que se desconoce el nombre, y accedió a la invitación de ellos para compartir la cena. Los primeros tiempos del cristianismo los convertidos se reunían diariamente y escuchaban los sermones de los apóstoles. En dichas reuniones paulatinamente se fueron agregando diversos actos en recuerdo de las palabras de Jesús, así como de la transformación del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Pero pronto surgieron dos temas que originaron la confrontación entre cristianos y paganos.
 

El primero fue la acusación de los paganos contra los cristianos diciendo que estos practicaban el canibalismo. Esto fue debido a las palabras de Jesús relacionadas con el rito eucarístico: “Esto es mi cuerpo… este es el cáliz de mi Sangre… Si no coméis la Carne del Hijo del hombre y no bebéis su Sangre…” (Juan 6). Los paganos creían que ser cristiano era participar de unos ritos extraños y secretos, hasta que los apologistas cristianos de entonces las interpretaron para el pueblo pagano, mostrando así su significado espiritual. 
 

La otra controversia entre cristianos y paganos surgió debido a la celebración del Día del Señor. Mientras que los judíos siempre han mantenido que ese día debe de ser el sábado, en el cristianismo se considera que el Día del Señor debe ser siempre el domingo, ya que este fue el día de la Resurrección de Jesús. Por supuesto hay que tener en cuenta que los judíos nunca han aceptado a Jesús como el Mesías, por lo cual el Señor para ellos es Yahvé.  


Desde tiempos de los primeros cristianos el día domingo ha sido el día de reunión litúrgica, donde se escucha la Escritura y se oficia la liturgia de la Sagrada Eucaristía, con el fin de comulgar el Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús. 





1.2 Partes
 

La Misa consta de dos partes, a saber, la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística. Consta además de algunos ritos que inician y concluyen la celebración.


RITOS INICIALES

Entrada.- Estando la comunidad reunida, cuando avanza el sacerdote con el diácono y con los ministros, se da comienzo al canto de entrada. La finalidad de este canto promover la unión de quienes se están congregados e introducir su espíritu en el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad.




Saludo.- Cuando llegan al presbiterio, el sacerdote, el diácono y los ministros saludan al altar con una inclinación profunda. Sin embargo, como signo de veneración, el sacerdote y el diácono besan el altar; y el sacerdote, según las circunstancias, inciensa la cruz y el altar. Concluido el canto de entrada, el sacerdote de pie, en la sede, se signa juntamente con toda la asamblea con la señal de la cruz; después, por medio del saludo, expresa a la comunidad reunida la presencia del Señor. Con este saludo y con la respuesta de la comunidad se manifiesta el misterio de la Iglesia congregada.




Acto penitencial.- Después el sacerdote invita al acto penitencial que, se lleva a cabo por medio de la fórmula de la confesión general de toda la comunidad, y se concluye con la absolución del sacerdote que, no obstante, carece de la eficacia del sacramento de la Penitencia.




Señor, ten piedad.- Después del acto penitencial, se tiene siempre el Señor, ten piedad.

 



Gloria.- El Gloria es un himno antiquísimo y venerable con el que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y glorifica y le suplica al Cordero, se lo puede realizar de en forma de canto o recitada como oración.




Colecta.- En seguida, el sacerdote invita al pueblo a orar, y todos, juntamente con el sacerdote, guardan un momento de silencio para hacerse conscientes de que están en la presencia de Dios.




LITURGIA DE LA PALABRA

Lecturas bíblicas.-Por las lecturas se prepara para los fieles la mesa de la Palabra de Dios. La lectura del Evangelio constituye la cumbre de la Liturgia de la Palabra. La Liturgia misma enseña que debe tributársele suma veneración, sea por parte del ministro delegado o por parte de los fieles.

La primera lectura.- Se toma del Antiguo Testamento.

Salmo Responsorial.- Sigue después de la primera lectura es parte integral de la Liturgia de la Palabra y en sí mismo tiene gran importancia litúrgica y pastoral, ya que favorece la meditación de la Palabra de Dios.

La segunda lectura.- Se toma del Nuevo Testamento. Esta segunda lectura nos sirve para conocer cómo vivían los primeros cristianos y cómo explicaban a los demás las enseñanzas de Jesús.

El Evangelio.- Se canta el Aleluya u otro canto determinado por las rúbricas, según lo pida el tiempo litúrgico. Esta aclamación constituye por sí misma un rito, o bien un acto, por el que la asamblea de los fieles acoge y saluda al Señor, quien le hablará en el Evangelio, y en la cual profesa su fe con el canto.




Homilía.-Es necesaria para alimentar la vida cristiana. Es una explicación de algún aspecto de las lecturas de la Sagrada Escritura, o de otro texto del Ordinario, o Propio de la Misa del día.


Profesión de fe.- El Símbolo o Profesión de Fe, se orienta a que toda la comunidad reunida responda a la Palabra de Dios anunciada en las lecturas de la Sagrada Escritura y explicada por la homilía.



Oración universal.- En la oración universal, u oración de los fieles, el pueblo responde en cierto modo a la Palabra de Dios recibida en la fe y ofrece súplicas a Dios por la salvación de todos.   






LITURGIA EUCARÍSTICA


Preparación de los dones.- Al comienzo de la Liturgia Eucarística se llevan al altar los dones que se convertirán en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. En primer lugar se prepara el altar, y enseguida se traen las ofrendas: el pan y el vino, que es bueno que sean presentados por los fieles, el sacerdote o el diácono las reciben en un lugar apropiado y son ellos quienes las llevan al altar. Depositadas las ofrendas y concluidos los ritos que las acompañan, con la invitación a orar junto con el sacerdote, y con la oración sobre las 
ofrendas.



Plegaria Eucarística.- Es el comienzo del centro y la cumbre de toda la celebración, que ciertamente es una oración de acción de gracias y de santificación. La Plegaria Eucarística exige que todos la escuchen con reverencia y con silencio.
Los principales elementos de que consta la Plegaria Eucarística pueden distinguirse de esta manera:
a) Acción de gracias en la cual el sacerdote, en nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da gracias por toda la obra de salvación o por algún aspecto particular de ella.

b) Aclamación: con la cual toda la asamblea, uniéndose a los coros celestiales, canta el Santo.

c) Epíclesis: Por medio de invocaciones especiales, implora la fuerza del Espíritu Santo para que los dones ofrecidos por los hombres sean consagrados, es decir, se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la Comunión sirva para la salvación de quienes van a participar en ella.

d) Narración de la institución y consagración: por las palabras y por las acciones de Cristo se lleva a cabo el sacrificio que el mismo Cristo instituyó en la última Cena, cuando ofreció su Cuerpo y su Sangre bajo las especies de pan y vino, y los dio a los Apóstoles para que comieran y bebieran, dejándoles el mandato de perpetuar el mismo misterio.

e) Anámnesis: por la cual la Iglesia, al cumplir el mandato que recibió de Cristo por medio de los Apóstoles, realiza el memorial del mismo Cristo, renovando principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y su ascensión al cielo.

f) Oblación: En este mismo memorial, la Iglesia, principalmente la que se encuentra congregada, ofrece al Padre en el Espíritu Santo la víctima inmaculada. La Iglesia, pretende que los fieles, no sólo ofrezcan la víctima inmaculada, sino que también aprendan a ofrecerse a sí mismos, por la mediación de Cristo, en la unidad con Dios y entre ellos, para que finalmente, Dios sea todo en todos.

g) Intercesiones: por las cuales se expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia; y que la oblación se ofrece por ella misma y por todos sus miembros, llamados a participar de la redención y de la salvación adquiridas por el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

h) Doxología final: por la cual se expresa la glorificación de Dios, que es afirmada y concluida con la aclamación Amén del pueblo.







Rito de la comunión


Oración del Señor.- En la Oración del Señor se pide el pan de cada día, y se implora la purificación de los pecados.



Rito de la paz.- La Iglesia implora la paz y la unidad para sí misma y para toda la familia humana, y con el que los fieles se expresan la comunión eclesial y la mutua caridad, antes de la comunión sacramental.




Fracción del Pan.- El sacerdote parte el pan eucarístico, con la ayuda, si es del caso, del diácono. El gesto de la fracción del Pan realizado por Cristo en la Última Cena, significa que los fieles siendo muchos, en la Comunión de un solo Pan de vida, que es Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo, forman un solo cuerpo.



Comunión.- El sacerdote se prepara para recibir fructuosamente el Cuerpo y la Sangre de Cristo con una oración en secreto. Los fieles hacen lo mismo orando en silencio. Después el sacerdote muestra a los fieles el Pan Eucarístico sobre la patena o sobre el cáliz y los invita al banquete de Cristo. Luego se realiza el acto de comunión, al recibir por parte de los fieles el Cuerpo del Señor en las hostias consagradas en esa misma Misa, y en los casos previstos, participen del cáliz, que sería la Sangre del Señor ya consagrada.

Mientras el sacerdote toma el Sacramento, se inicia el canto de Comunión, que debe expresar, por la unión de las voces, la unión espiritual de quienes comulgan.

Para terminar la súplica del pueblo de Dios y también para concluir todo el rito de la Comunión, el sacerdote dice la oración después de la Comunión, en la que se suplican los frutos del misterio celebrado.




RITO DE CONCLUSIÓN



Al rito de conclusión pertenecen:



a) Breves avisos, si fuere necesario.



b) la bendición del sacerdote.



c) La despedida del pueblo, por parte del diácono o del sacerdote, para que cada uno regrese a su bien obrar, alabando y bendiciendo a Dios.


d) El beso del altar por parte del sacerdote y del diácono y después la inclinación profunda al altar de parte del sacerdote, del diácono y de los demás ministros.



  

BIBLIOGRAFÍA



ESQUEMA- 35 PALABRAS